viernes, 19 de noviembre de 2010

Tejidos


Se agita un mar de ternura
entre harapos de esperanza,
mientras por esta frágil soledad
de esfera sin agujas
asciende un humo cristalino con
minuciosa e irritante disciplina.

Es bajo goteras de olor a muerto
y labios de azúcar empañado
que ya no escondes el cabello del adulterio.
Lágrimas cosméticas,
eco amargo y anticuado
de una ridícula convivencia.

Ademán de tardanza;
con demasiada prisa vienes,
con indiferencia tambien.

martes, 16 de noviembre de 2010

Rosas e insectos


Tan unidos, solíamos pensar
en recuerdos vacíos,
dormidos en las estrellas
como confiados espíritus
de sublimados minerales.

Descienden en convergencia
transparentes lágrimas ahogadas
por tu nítida y ceremoniosa caída,
quebrándose en las mismas mil esquirlas
de la habitual indolencia misma.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Innsmouth


No fue un mal día.
Sencillamente
tu fin se acerca
discreto,
silencioso,
sin rostro,
frío.

No te queda ni la mitad
de la otra mitad;
líquidos instantes
de piedra cincelada
con palabras de silencio.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Definición


Sobrepasando la muerte de las estaciones
endurecido por los giros de la tierra
cruzaste tupidas nubes de incienso
impelido por la audacia
renqueando
tullido
ciego
apesadumbrado
reconociblemente lúcido
asediado por ángeles oníricos
ungidos en notas de hermético silencio
custodios del menstruo de sangre infinita.

martes, 9 de noviembre de 2010

Charlas de adioses


Tras una mueca incontenible
otra vez llegaste tarde.
Merodeando los míos,
aquellos mismos pasos.

Muy en contra de la voluntad
y con cierta imprudencia lógica,
permaneciste.
Como agua quieta,
quise ser cruel.

Inadvertida, no existe.
Una y otra vez,
la he dejado pasar.
Hoy, me reluce inmóvil
tu idónea velocidad.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Subluminal


Con aparente orgullo intacto,
solías pensar que malgastando tus días
se marcharían para no volver.

Pero muchas pupilas desfilan ya,
contenidas en rostros impedidos
y sin vínculos a la muerte de la luz.

Por mucho tiempo que esperes
justo hasta un pequeño momento antes,
esta noche no sustituirá más mañanas.

De anuros


Esta chico de quien no hablamos
no lleva puños blancos.
De noche, amarilleando.
De día, reacio.
En su aire gastado,
un porvenir de sordera
y fuego de desamor.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¿A favor de quién estás?


Pasan siempre tantas cosas
que sigo sin saber nada de nada.
La mitad no vino porque llueve,
y de casualidad, en el aire azul
conteniendo el aliento,
las huellas de mis dedos.

No me prestes demasiada atención
porque nunca contestará nadie.
Por casualidad, soy el que soy,
porque quizás sí existo
y lo acepto con alivio
como los muelles a los sofás.

No preparado del todo
y debajo de algún árbol,
otro viernes antes del sábado
me estará agradecido
por las señales que me hacen
otros, no nosotros.