jueves, 21 de febrero de 2008

Anoche


Descorché el vino con la sonoridad de los que tienen algo importante por lo que brindar. Aderezamos los entrantes con risas, coqueteamos con los primeros hasta acabar seducidos o seduciendo los segundos. Postre sin leyes en el que los dedos se vuelven cubiertos espontáneos...