miércoles, 30 de abril de 2008
Eones
Hacía mucho tiempo. La Tierra era poco más que un mar informe, pero ella era ya el eco de todos los latidos. Era la primigenia flora que surgió en los páramos desolados por el invierno gélido. Era el líquen y la espora, la glacial escarcha, el torrente feroz y desbordado, la vibración ultraterrena del seísmo y el rayo de luz que penetraba en la prohibida gruta poblada por los espíritus. Era sus mismos pasos y alentaba sus fuerzas cuando huía agotada del animal perseguidor y hambriento. Era su resuello. Y cuando se cobijaba al abrigo de alguna montaña, los haces de luz que nacían del cielo hacían retumbar todo lo que existía. Fueron los signos quienes antecedieron. Él aprendió a olfatear y a percibir las pisadas sobre la faz de una tierra salvaje y denostada.
martes, 29 de abril de 2008
I, Robot
Fascinado, he estado observando
cómo se ha abierto la concha que contiene
capa a capa, una vida.
Todos los momentos concentrados
han liberado risas, llantos,
el extraño sabor de decepciones,
la ilusión perdida, el desamparo...
Sin subterfugios, quisiera contarte
los crepúsculos horizontales y naranjas,
con los tobillos hundidos en la arena,
y con la caricia cansada de las olas.
El mar, tibio reposo.
O el cielo, una ilusión.
lunes, 28 de abril de 2008
Vida y muerte
No he desentrañado aún ningún misterio, ni he clausurado ninguna de mis puertas. Quiero permanecer alerta ante el ataque de la fragancia sin igual de los jazmines, que ya salen a mi encuentro de regreso en las noches cuajadas de cielo raso y entraña azul inacabable.
Quizá, tan sólo soy capaz de encaramarme en el blanco pretil de la azotea y ver como los gatos caminan justo enfrente, con su almohadillado paso, flexibles, arrulladores y desafiando alturas. Buscando...
O cómo se mueven oscilantes los puntitos de luz del horizonte. Abajo, la carretera, convertida en una serpiente interminable, es recorrida por cientos de luciérnagas que deambulan, van, vienen y centellean. Cada una de ellas, guarda alguna historia, transporta una palabra de amor, o un desamparo, o un "ésto se acaba", o una promesa que no será cumplida.
Nunca desentrañé ningún misterio, y me conformo sólo con apoyar mi espalda en la encalada almena, y respirar la brisa de la noche. Mi nariz reconoce la marisma, aún salvaje, reino de sal, compuertas y sepina.
También huelo a tabaco. Alguien ha prendido un cigarro no lejos de mi puesto de guardia improvisado. Y me llegan los ecos de una melodía. Abajo, alguien baila.
Soy una estatua y no quiero moverme. La brisa de la noche posa sus dedos de tafetán sobre mi cara. Mientras, la bajamar lustra el fango.
miércoles, 23 de abril de 2008
The Sin of Lust
Apostado en las curvas de tu vida,
gorjea el fuego en mis pupilas.
Sígueme al extremo de otro mundo,
en que el que habito yo,
cubierto por un millon de escamas.
Deseo volcar mi extracto en ti, abruptamente,
y sofocar tus sonámbulos suspiros.
Ni tú jurarías que mis reptilianas garras
son capaces de la dulzura
de las vides.
Y destilan tus ojos el estupor cansado
del horror de este mundo,
y de las primaveras que aún no han florecido.
Que no florecerán si tú no enjugas antes
tus lágrimas, las lágrimas
que fluyen en los mares bullentes
de los ojos de un niño.
Permanezco latente y paciente
a la honda fosa excepcional donde me esperas,
desde la tierra misma,
para que extraigas los jugos de mi vida
que en tus raices alimento.
Brinca en mi hálito de ascuas encendido.
Y siente la asfixia y agoniza,
boca abajo, ahogando tus gemidos en la almohada,
hasta coronar de hielo
las sienes de mi cabeza.
martes, 22 de abril de 2008
Elen síla lumenn' omentielvo
Mi vida es fascinante. Sí. Y en algún momento del pasado pensé que la frescura me había abandonado, o viví atrapado en un marasmo de brumas, apartado del sol. Y sí, pensé que había llegado al límite de todos mis anhelos, a la escarpada frontera de mis bosques. Pero tan sólo fue un olvido.
Sólo era necesario recordar, refrescar mi memoria, pues la fascinación envuelve mis andares, va conmigo, y es mi compañera. Sólo necesitaba recordar que aún hay bosque, que hay anhelo, que la luz se introduce, aunque a escondidas.
Recordar que he sido muchos otros y siempre muy valientes. Que fui el risueño adolescente cargado de amores imposibles y ágil ironía, espabilado, de audaces ojos, tímido y atrevido a la vez. Que fui también un niño que vivía entre este mundo y aquellos otros mundos no percibidos. Que fui el gran conversador, el iniciador de ritos entrañables, el amante de párrafos sublimes.
Un susurro al oído me ha arrullado. Sólo era necesario recordar. No sólo se alargan las miradas, también se alarga la sombra en la ventana. Y se cuaja de almendros el camino.
lunes, 21 de abril de 2008
Obsesión
Holgazaneo entre mis fantasías,
y mi pensamiento se entretiene
entre espirales de vértigo y desmanes.
Habiendo sucumbido a la locura,
me he elevado hasta la cumbre de tu cuello
y, sigiloso, apenas te he rozado.
Que mi huella sea sutil, evanescente,
que no la reconozcas, pero sepas
que he estado,
que he apoyado cada hueso, cada pliegue.
Que sepas que tu lino talar ha caído al suelo
y que, mientras dormías,
has sido mía y te robé todo lo que pude.
Sé que dibujas laberintos misteriosos
no sólo aquí, en mi piel.
Sé que también los dibujas, engarzados,
en la trama doliente de mis oscuros días,
y en los días radiantes,
aquellos que tú alumbras.
Es por eso que ya me he convertido
en el más flexible papiro entre tus dedos,
y te quiero, elaborando hieráticos signos
en mis fibras.
sábado, 19 de abril de 2008
Returning to the Fold
Me grita tu silencio, cuando estando a solas
guardan mis rincones los ecos de un susurro
que, velozmente, vuela.
O te nombro, con anhelo de que sean en mi
tus palabras derramadas.
Tu perfume, eterno y erosivo,
me envuelve en transparencias,
y me sigue meciendo en los sagaces ópalos
de tus cadentes parpadeos.
Recuerda que es tu tibieza la que falta.
Y que no sobrevivo.
Me grita tu silencio, y tu rumor repite
caricias imposibles, impacientes, telúricas,
agazapadas todas en nuestra sangre, que hierve
y desata huracanes.
Quiero escuchar tu voz, la quiero ahora,
reverberando en mi como metal tañido.
Quiero guardar tu eco, quiero tu voz conmigo.
Tu silencio me grita y golpea mi carne, despiadado,
como el minuto que transcurre sin ella.
Recrea tu deleite. Conmuéveme y espera
no más que el delator quejido que traiciona.
Regálame gemidos salidos de tu boca,
desde esa aspereza que me consume y exaspera.
Aire respiro, y aire necesito.
En el aire, me limito.
Aire rendido.
Quiero tu voz conmigo.
Me faltan tus palabras, los ecos de tu risa,
e incluso los bostezos.
Me grita tu silencio
y te hieren, impías, las ganas de
tenerme.
viernes, 18 de abril de 2008
A Source of Inner Truth
Vago por tus fueros,
perdido entre visiones de etéreos tragaluces,
azules círculos concéntricos,
congeladas gotas de lluvia que salpican.
Transito entre cielos encapotados,
campos de trigo amarillo,
ligeras telas de ensueño,
y veladas insinuaciones de un erotismo voraz
y melancólico.
Divago entre estrelladas corolas de universos,
o arrostrado por los ojos de alguna niña perdida,
que me roba el aliento,
y deja colgada mi esperanza de una percha.
Transito también entre trozos de mar
y alborotada espuma,
en cuya esquina se esconde mi navío,
anclado en esa misma playa,
a merced de tus vientos y tus olas.
Amado mar, cadencioso e ignoto.
Sólo Estambul me haría cambiar el rumbo
y asegurar mis jarcias,
enfrentar tempestades
y anclarme, victorioso, en el Cuerno de Oro.
Iré donde me dicte
el sabio y eterno Oráculo de Delfos.
miércoles, 16 de abril de 2008
martes, 15 de abril de 2008
Is Light-Speed in Your Future?
Tú, perseguida en los ojos que cruzaron
conmigo una sola mirada.
Tú, que no llegaste a mi, pero fuiste palpada
en tantas otras manos,
y buscada en abrazos que no fueron conmigo.
Tú, cuyo largo paseo por la orilla del mar,
te convirtió en errante,
en colgadora de estrellas
que brillan, sin mas dueño,
que la noche callada.
Tú, tendrás que decirme,
si de tan anhelado, querido y no llegado,
ahora me retornas con premura acuciante
las cartas no leídas, los lazos de regalos
que nunca se entregaron,
los anillos que nunca rodearon tus dedos,
los únicos encuentros, a besos, en esquinas,
irrepetibles siempre,
en los que esperaba
que, un dia, llegarías.
Tendrás que devolverme
las preguntas que sólo se responden bailando,
o pisando la hierba, o esperando un cometa.
La alhaja de tu sombra adorna mi ventana
y sigue prometiendo
tardes plácidas, frescas,
con olores a higuera.
Tendrás que revelarme dónde estuve yo entonces,
y dónde estabas tú,
qué fue de aquellos besos, de la ilusión
prendida de tus límpidos ojos,
y de aquellos poemas todavía no escritos
para ti.
Atrápame, si aún puedes.
Nothing Can Stop Me Now
Con sólo la visión de ese pelo tuyo,
imagino mis dedos
sin otro menester que entresacar mechones,
sin más objeto que la caricia pura
instalada en mi palma y en tu misma raiz,
de suavidad plantada.
Con sólo tu querer,
me adentro en ese bosque
y agito cada mata.
Me invita tu color
a hundir mis dedos de aire.
Te persigo y te acoso,
torturada por el temple
que hay en tu mirada.
Quiero hundirte mis dedos
mas allá del lugar
donde llegan mis besos.
Quiero hundirte en mis besos,
e inconvenientemente,
sumergirte, privarte,
sin posibilidad alguna de remisión,
sin tregua.
Que llegues a pensar
que no alzaré la pena,
y que no te covengo,
que oprimo tus maneras
y constriño y compelo.
Con sólo tu querer.
viernes, 4 de abril de 2008
Catch Me If You Can
Aunque me fustigas,
deseo que sigas mirándome.
Tu impronta me huella,
y tu aroma esencial
sana mis heridas.
Cual paradoja,
siento que no puedes dejar de mirarme.
Contémplame, me presto.
Congélame en tu pupila
ciega de celo y de fortuna.
Después de recorrido el laberinto incierto
que te has encomendado,
tendrás que devanarme como una madeja.
Armada de pericia,
de tus manos espero tan ínclita tarea.
Te espero recubierto por una caja de piedra
donde escondo metales preciosos,
calientes, palpitantes,
extraídos de la tierra.
Allí atesoro púrpuras reales
y conos perfumados
llegados del reino de todos los aromas.
No equivoques un paso.
Tan solo hay un camino
entre mil encrucijadas
que dejan atrás los enigmas resueltos
de todas las esfinges.
No te dejes vencer.
El camino aciago promete
tras el último recodo
los verdores magníficos
de jardines colgantes
que los ojos no conocieron.
jueves, 3 de abril de 2008
En la tierra de Dante
Corona mis mejillas de amapolas
y a solas, ponme en jaque.
Puedes confesarme si aún queda
algún lugar donde nunca te besaron.
Sí. Soy capaz de albergar en mis manos
cualquier secreto que me revelaras,
o alumbrar cualquier llama
que pusieras a cuidado.
Deseo que inflames mi cuello con tu aliento.
Hazme sentir que estás, que no te irás.
Amóldate a cada una de mis vértebras
y sitia mi cintura, bajo el azote rendido
de tus dedos.
Y confiesa.
Contágiame tu inocencia.
Dime si existe algún milímetro de piel
que la caricia anhelada no haya gozado.
Y déjame estampar, con los ojos cerrados,
mi beso, distinto y único.
Suelda tu pecho al mío.
Cruza tus brazos sobre mis escápulas.
Atrápame.
Enreda tus tobillos en los míos,
y susúrrame
que nunca te besaron como te he besado.
Hazme sentir que estás, que no te irás.
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