Antes de que me beses,
me apartaré y
me dejarás cerrar la puerta de mi casa.
Y aún no me besarás,
dejarás que yo te bese primero,
en la mejilla, debajo de la oreja,
y en los párpados.
Luego, te señalaré con el índice
mis labios.
Entonces, si aún sigues deseándolo,
ya podrás besarme.