miércoles, 29 de abril de 2009
"Olograma"
Tienes miedo a tumbarte a mi lado.
Y yo tengo miedo a que me imagines.
Me aterra que en tu imaginación hayas colmado
mi limitada humanidad.
Ha llegado otra de las horas,
la hora en que te prohíbo imaginarme.
Porque no sé cómo enfrentarme a ése otro
al que das vida en tu memoria.
No puedo combatirlo.
No hay arma, ni estrategia.
Huiré de él.
No sueñes más conmigo.
No me acaricies.
Yo tampoco, desde hoy, te soñaré.
Me prohibiré a mi mismo
buscarme en tu mirada.
No dejaré que enjugues mi sudor,
ni lameré tu nombre,
ni pediré que me escancies tus lágrimas...
Y mis versos, en éxodo,
llorarán grutas que habían sido su morada...
Quisiera abrir los brazos y estrecharte,
darte los buenos días,
pasear por mi catedral,
o llevarte conmigo hasta la piedra de molino
de la colina Táber...
No soy ése que adornas.
En nada me parezco al que anhelas.
Tengo piel, soy frágil,
y repito contínuamente que te extraño.
Ríe conmigo y túmbate a mi lado.
Dedícame tu prólogo y tu epílogo...