viernes, 7 de marzo de 2008

There is no Mortgage


La casa estaba situada en el centro del lago y un estrecho puente de colores la unía a tierra firme. De día, el sol se paseaba por cada una de sus estancias atravesandola de punta a punta. De noche, eran las estrellas las que iluminaban la casa cubriéndola con su manto mientras la luna, tan curiosa como siempre, parecía descender hasta rozar su tejado para admirar algo celosa, toda aquella belleza.

Y allí, reside el alma tomada por el alma en silencio. En la casa del lago residen las almas que hacen el amor de día y hablan de noche, las almas que hacen el amor con adjetivos y se aman despacio contando las costillas y descansando las bocas en las caderas. En la casa del lago, levantada tras el puente de colores sobre las orillas pisadas, residen quienes se abrazan, quienes sueñan con deseos y se desean soñolientos. Son las damas del lago, los dueños de los planetas y los señores de la noche.