
Quedarán los recuerdos.
Aquellos que nos hicieron sublimes
en instantes ya fosilizados.
Querrás sostener la llave
capaz de hacer regresar
las primeras palabras que cruzamos,
las risas contenidas,
o esa mirada cómplice
que trasciende cualquier significado.
Quizás quede tu sonrisa,
o un gesto amable,
o un mensaje mío.
Mi perfume,
una broma,
o una canción.
Con el tiempo
quedarán los recuerdos.
Perdiendo fuerza,
nuestra mente los maleará.
Y te harán viajar con más conciencia
al mundo de las sombras,
de las que ya nunca podrás recuperarme.