martes, 14 de abril de 2009
La Baignoire
No necesito una noche serena
ni alzar la cabeza para contemplar el cielo,
sólo me gustaría poder decir que soy tuyo,
y que vinieras a comer besos de mazapán
y yerbabuena.
Te hago hueco?
Ya sabes dónde queda Tartessos.
Qué hermoso, intrigante y desconocido
es aquello que ha dejado de ser novedad, para ser anhelo...
Dentro de muchos años, cuando repases tu vida,
dirás que te atreviste, y que "algo" irracional
sucedió, un día, sin más.
Hoy el mar estaba como una balsa de aceite
y me he imaginado que estábamos tumbados,
tú pasándome un brazo debajo de mi cuello,
acariciando con tu otra mano mi cintura.
Me ha resbalado una lagrimita dibujando
un río de sal,
quiero encontrar la "Estación Claridad",
en donde hay un dragón
que sostiene un gran paquete
envuelto en papel de regalo.
Ni siquiera utilizo la palabra esperanza...