martes, 9 de enero de 2007

The Dark Side Of The Moon


Gracias por haberme dejado junto a tu colección de juguetes rotos y los tres cactus de la suerte. Puede que me temblase demasiado el pulso para pintarte las uñas de los pies, pero no pienso estancarme por una carta sin respuesta. Hoy te había comprado dos cajetillas de tabaco, aunque te bastó menos de media mirada para apagar más de mi media sonrisa. Como en una batidora sin aspas, intento triturar todas las torpezas y presagios que amargamente se me fueron confirmando. Hoy me he caído tres veces, dos de la silla y una de la bicicleta. Ridículo, como sentado en la barandilla que baja al lago, intento aprender algo de turco con la paciencia del que fuma hasta desbordar los ceniceros.