jueves, 11 de enero de 2007

Acto de Misoginia


A partir de una determinada edad, las mujeres servís de bien poco. Habéis traspasado la frontera en la que notáis que tenéis algo más que arrugas de expresión, que disfrutáis con cierto sarcasmo de la manera en que Maitena os retrata histriónicamente a vosotras mismas o a vuestras mejores “amigas-enemigas”, y cómo no, emocionándoos obsesivamente con los episodios de Sex and the City. ¿Y tú? No puede ser… ¿Todavía no tienes la serie completa en dvd? No se a qué estás esperando, corre a comprarla! Siempre os ha encantado poner el cemento a punto de caramelo y depositarlo capa sobre capa, con resentimiento, con amargura, pensando en que de esa manera os salvaríais de un pasado por el que nunca desfiló vuestro anhelado príncipe azul. De nada sirve la excusa -eso sí, siempre con una dulce y a la vez engañosa sonrisa- de que nunca me quisieron lo suficiente, que si no era la persona apropiada... Mera palabrería. Y a ti, estereotipo de tonta enamoradiza ¿cuántas veces te preguntaron qué es lo que te pasa, cariño, pero sólo pudiste responder gimoteando con un casi ininteligible “no lo sé”? Vuestro querido príncipe con el que todavía soñáis como en una segunda adolescencia, hace años que quedó sepultado y ahogado por vuestra indiferencia. Corred ahora a buscarlo. Veréis que es lo que queda de él.