martes, 13 de mayo de 2008
The World Is Mine
No quiero una deshecha primavera, plantada de hastíos y mediocridades. Quiero flores lilas que dejen caer al suelo su ingenuo color de arcoiris y destierro. No quiero una rutina, pero sí una monotonía repleta de guisos y platos por fregar, de despeinados domingos, y de despertador, o de "pónme un café, ya llego tarde".
Quiero, día tras día, amenazar esta engañosa seguridad que nos rodea, y causar un deshielo trepidante en esa escarcha que galopa, estática y sombría. Quiero sembrar ceremoniosos trazos de misterio, quiero poner en jaque las más grandes razones que nos hacen vivir en la trastienda. Y quiero visitar ese planeta que aún subyace debajo de la tapa de aquella caja que guarda mis pequeños y grandes sueños.
Quiero arrinconarte, hasta que sea imposible que ya retrocedas, e invitarte a recoger la mesa después del desayuno. Y quiero la genialidad a toda costa, la agilidad que atrapa el placer último, la copa colmada de estallidos de sincronía pura, la rebuscada respuesta, el desafío sutil, el devaneo jugoso de una mirada cómplice.