viernes, 4 de abril de 2008

Catch Me If You Can


Aunque me fustigas,
deseo que sigas mirándome.
Tu impronta me huella,
y tu aroma esencial
sana mis heridas.

Cual paradoja,
siento que no puedes dejar de mirarme.
Contémplame, me presto.
Congélame en tu pupila
ciega de celo y de fortuna.

Después de recorrido el laberinto incierto
que te has encomendado,
tendrás que devanarme como una madeja.
Armada de pericia,
de tus manos espero tan ínclita tarea.

Te espero recubierto por una caja de piedra
donde escondo metales preciosos,
calientes, palpitantes,
extraídos de la tierra.
Allí atesoro púrpuras reales
y conos perfumados
llegados del reino de todos los aromas.

No equivoques un paso.
Tan solo hay un camino
entre mil encrucijadas
que dejan atrás los enigmas resueltos
de todas las esfinges.

No te dejes vencer.
El camino aciago promete
tras el último recodo
los verdores magníficos
de jardines colgantes
que los ojos no conocieron.